Escasez de medicamentos provoca muertes; menores guanajuatenses tienen que esperar días y hasta meses para poder recibir tratamientos como quimioterapias.
León, Guanajuato.- Hace 22 días, Maribel, de 13 años, escuchó por primera vez la palabra leucemia. Ese día, un médico le dijo a su mamá, “urge comenzar el tratamiento”.
Desde ese 25 de julio, Maribel ocupa la cama 649 de la clínica 48 del sexto piso del Seguro Social, pero solo le han dado ketorolaco para el dolor de cabeza y la bañan con agua fría para bajarle la fiebre, porque no hay medicinas para iniciar la lucha contra el cáncer.
Cada mañana, su mamá Angélica espera que la doctora Alatoma llegue con buenas noticias, pero siempre les repite lo mismo, “no llegaron las medicinas”, “a lo mejor la próxima semana”, “preguntamos al almacén y nada”, “imposible saber cuándo”, “hace mucho que no mandan”.
La joven escucha y calla. Tiene dolores de cabeza intensos y día y noche la bañan con agua fría día para bajarle la fiebre.
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